Se trata de una enfermedad relativamente común en los gatos mayores. Se caracteriza por una producción excesiva de hormonas tiroideas por parte de la glándula tiroidea. Ésta glándula consta de 2 lóbulos, uno situado en cada lado del cuello.
La sintomatología típica es pérdida de peso, incremento del apetito y del consumo de agua, aumento de la producción de la orina. Ocasionalmente presentan nerviosismo, vómitos, diarrea y pérdida de pelo, entre otros.
El tratamiento consiste en reducir la concentración de hormona tiroidea circulante. Esto se puede conseguir de manera permanente (cirugía/tratamiento con iodo radioactivo) o reversible (tratamiento médico). La elección del tratamiento adecuado depende generalmente de condiciones concurrentes y la edad del paciente. En la mayoría de ocasiones se inicia tratamiento médico administrando un comprimido oral dos veces al día. Si tras un período inicial de estabilización no han surgido complicaciones( fallo renal es una condición frecuentemente concurrente que se puede desenmascarar tras la estabilización del hipertiroidismo) se pueden considerar modalidades más permanentes de tratamiento.
El tratamiento médico consiste en administrar un fármaco que bloquea la formación de la hormona tiroidea. Este fármaco viene presentado en forma de un comprimido de muy pequeño tamaño y de fácil administración. Generalmente la terapia inicial es dos veces al día. Su gato necesitará monitorización inicial del hígado, riñón, niveles de hormona tiroidea circulante, glóbulos rojos y glóbulos blancos para poder identificar y tratar cualquier complicación que pudiera surgir a causa del tratamiento.
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